Liberación: Paulo Freire (Ideas sueltas)

Paulo Freire (1921 - 1997)
En primera instancia valga aclarar que lo escrito en lo subsecuente es más un ejercicio pasional que un ejercicio académico. De tal suerte, tómese la debida distancia. Aunque en principio la pasión está alejada de la razón no hay motivos que impidan ir fusionando razón y pasión. Un ejercicio impensable para algunos.
El primer capítulo que Paulo Freire escribió en Pedagogía del Oprimido fue el de la justificación de una la Pedagogía del Oprimido. ¿Por qué hacer una justificación de una evidente necesidad? (El objetivo fundamental del presente texto es propiciar el diálogo). No se debe olvidar que Freire habló habla desde una Latinoamérica sometida; que precisamente lucha aún por liberarse y se plantea la posibilidad de su humanización (ser más) en oposición a la deshumanización de la que desde la conquista fue participe. El miedo a la libertad es el miedo a lo desconocido. Porque el ejercicio de la libertad fue suprimido con actos violentos, fue la libertad fue negada por la muerte. La lucha por la libertad es un enfrentamiento (de quien se quiere liberar) no solo contra los opresores sino fundamentalmente contra sí mismo.
La pedagogía del oprimido es la vía que permite asumir la lucha por la humanización. Es decir, en la situación de opresión: los opresores a través de todos los instrumentos posibles sostienen el al estado de opresión como el mejor de los estados posibles; mientras que los oprimidos perciben su situación de opresión como la oportunidad que el patrón da de les brinda para vivir mejor vivir. El proceso de liberación inicia cuando el esclavo comienza a ser consiente de su esclavitud. Por ello:
"la pedagogía del oprimido: es un instrumento para este descubrimiento crítico" [p. 43].

La opresión se debe entender desde su origen mismo (aquí nos metemos en una camisa de once varas). Resulta, por ahora, difícil determinar la genealogía de la opresión; por lo que nos remitiremos a algunos indicios: Aníbal Ponce en "Educación y Lucha de Clases" señala que la división de clases (propiciada por el acceso o negación al conocimiento o iniciación en los saberes, que en ambos casos remite a la acumulación de saberes) es la base de la dominación de unos sobre otros. Luego, ésta se reforzaría con la acumulación de capital (Marx). No es permisible decir que antes del capitalismo no había opresión. Pero fue con el establecimiento del capitalismo que la dominación mostraría sus encantos más perversos.
La liberación, sólo es auténtica liberación, si surge es por parte de los dominados, afirma Freire. Por lo cual el proceso de liberación comienza con la toma de conciencia: Que es darse cuenta de la capacidad creadora, del poder transformador. Sin embargo, no basta con la conciencia del poder. Una vez asumido el poder debe canalizarse en favor de la liberación y no hacía la dominación. ¿A quién corresponde conducir el poder? Es evidente que al oprimido. Sólo el oprimido por sí mismo en diálogo con los otros y las otras está en condiciones de auténticamente liberarse.
"Nadie tiene la libertad para ser libre, sino que al no ser libre lucha por conseguir su libertad" [p. 45]. De tal suerte que el diálogo ha de sustentarse en la conciencia crítica de la opresión para que genere praxis ("reflexión y acción sobre el mundo para transformarlo" [50].

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