Versos sobre lo imposible.

La generalización con frecuencia es fallida. Porque cada cosa guarda su particularidad y forma de estar en el  mundo. Por otro lado, el énfasis minucioso tampoco resulta pleno. Es la existencia expandiéndose.

"La pura pose".

Hay cosas indescriptibles, como lo desconocido. Que sin embargo, surgen de lo hondo del pecho y queman profundo. Es el signo, por fortuna, del suelo fértil para semilla infinita. El pecho como la tierra se cimbra y agrieta. La tierra como el pecho se inflama.

Rayo el tiempo entre bostezos, los párpados me pesan. ¿No todo se puede? Se puede lo que se es, basta con dejarse caer, dejarse sentir. Hoy, por ejemplo, mientras caminaba obtuso por la ciudad me descubría sombrío y apesadumbrado en absoluta armonía; luego, en la cafebrería esa sensación se prolongaba. Era un hilo infinito pasando por el ojo de la aguja. Aun así, mi Otro-Yo desde la combativa me asistía. La inherente lucha manifiesta en la combativa disposición de poner la cara al sol. Mis dedos revoloteaban sobre las páginas de una novela tormentosa, espejo y proyección de la parsimonia.

Uno elige. Yo elijo el cine, la combativa posición, la memoria viva, el juego heredado; elijo la trinchera subterránea, la hoja blanca y la hoja escrita.

Cuando los engranajes del sistema son personas inmundas, éste invariablemente corromperá. ¿Cómo fue que llegaron esos engranajes allí?

Publicado originalmente en https://extranjerojn.wordpress.com/2017/05/18/no-todo-se-puede/