Sobre el concepto de desarrollo y su relación con las políticas estatales: Castel, Sousa y Maigón.
Descanso durante día de la Cosecha en Cherán. |
Las lecturas de Robert Castel, Boaventura de Sousa Santos y
Thaís Maigón posibilitan una mira amplia y complementaria (a veces encontrada)
respecto al desarrollo social y las políticas estatales.
Thaís Maigón realiza un análisis puntual respecto a las
políticas que implementa el Estado para el desarrollo social y las implicaciones
que éstas tienen para Latinoamérica. Robert Castel, sitúa la relación entre
individuo y sociedad, anunciando la descolectivización como factor de cambio
fundamental. Sousa, permite un análisis más amplio y profundo en términos de
modos de desarrollo según la perspectiva de los agentes que los proponen.
Para Maigón las políticas son principios de acción en el marco
de un proceso de un gobierno para intentar cumplir con algún fin. Las políticas
deben ser implementadas en razón de una discusión teórica, conceptual y
metodológica; de acuerdo a los contextos que determinan el tipo de políticas
que deben implementarse en cada país.
El análisis sistemático de las políticas permite una adecuada
formulación, a fin de garantizar la solución a los problemas para los cuales
fueron diseñas. Uno de los principales retos consiste en, una vez formuladas
las políticas, lograr que respondan a las necesidades para las cuáles fueron
formuladas. En este punto, la intervención de la ciudadanía es muy importante
en tanto que tienen el conocimiento inmediato de las necesidades que exige el
contexto. Más aún, considerando la realidad latinoaméricana, la cual exige la
racionalización de los proceso de toma de decisiones. Racionalidad entendida como las
distintas formas institucionales y reglas del juego que articulan los diversos
sistemas de producción de bienes y servicios. La racionalización en el proceso
de toma de decisiones garantizaría un determinado nivel de control sobre los
resultados de la decisión tomada.
Las
políticas de desarrollo que se implementan en Latinoamérica son, más de las
veces, tardías y no logran responder a los problemas de fondo. A pesar de que
se consideren metodologías pertinentes, casi siempre termina imponiéndose
políticas asistenciales. Dado que a estos procesos les falta claridad y los
decisores son superados por el volumen de las demandas.
En
Latinoamérica las políticas más socorridas son la redistributiva y regulatoria.
Particularmente considerando el deterioro de las condiciones de salud y políticas
sociales.
A
este respecto, Castel señala el debilitamiento del Estado ante el desarrollo
del capitalismo. Así pues, la procuración de bienestar social ya no atraviesa
por el Estado, sino por las políticas empresariales. Es decir, pasamos de un estado
benefactor a un sistema basado en el capital que gradualmente ha ido permeando
en los diferentes colectivos.
Comienzan
a surgir elementos tales como el desempleo masivo y la precarización de las
relaciones laborales; y, se desata una fuerte competencia entre iguales
(ganadores y perdedores), cambia la dinámica de las relaciones laborales, la
movilidad generalizada de las relaciones laborales y la aparición del
neoliberalismo. Lo cual se traduce en inseguridad social. Un estado puramente
dedicado a la seguridad se condena a la contradicción entre el ejercicio de una
autoridad sin fisuras, al restaurar la figura del Estado gendarme para
garantizar la seguridad civil, y un laxismo frente a las consecuencias del
liberalismo económico que alimenta la inseguridad social. Semejante respuesta
no podría ser viable, salvo si la seguridad civil y seguridad social
constituyean dos esferas separadas, lo cual evidentemente no es cierto.
En
suma, porque el Estado, bajo la forma del Estado nacional-social, había logrado
cumplir globalmente su misión. Se ha vuelto natural estar protegido, lo que
significa también que se ha vuelto natural reivindicar que el Estado asegure la
protección. Pero es en ese momento cuando se debilita la protección de una
manera que parece irreversible.
Es
ingenuo pretender que la abolición de estas protecciones “liberaría” a un
individuo que no esperaría sino esta ocasión para desplegar por fin todas sus
potencialidades. Es la ingenuidad de la ideología neoliberal dominante.
Sousa,
finalmente sitúa a la subjetividad como la protagonista de una forma
alternativa al capitalismo desde la cual pueda hacerse frente a la teoría
política liberal. Es decir, el orden y el progreso promulgados no fueron tales
y están lejos de ser alcanzados mediante el neoliberalismo. La subjetividad de
los ciudadanos autónomos y libres se ha situado como la vía a través de la cual
pueden surgir una nueva forma de garantizar el desarrollo incluyente que queda
excluido en el marco de las políticas del estado neoliberal.
En suma, el Estado no
ha logrado responder a las necesidades que se plantea la sociedad a pesar de
considerar las necesidades sociales en un marco de pertinencia e igualdad, ni
la racionalidad instrumental ha logrado incluir a todos los afectados, que más bien
con su debilitamiento ha cedido espacio al capital y con ello se ha generado
exclusión e inseguridad social. Más aún, después de la caída del estado
benefactor el Estado se ha ocupado más en llenar los vacíos que en responder a
las verdaderas necesidades de fondo.
Bibliografía
Castel, R. (1997). La
inseguridad social ¿Qué es estar protegido? Buenos Aires: Editorial
Mantial.
De Sousa Santos, B. (2006). De la mano de Alicia. Lo social y político
en la posmodernidad. Colombia: Editorial Siglo del Hombre.
Maigón, T. (1992). Las Políticas Sociales: discusión teórica
conceptual y metodológica. Whashigtón.
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