4. Me llamo Jueves. Otro día.

F3 Cherán K'eri.


El sol a punto de ocultarse. En la penumbra del ocaso el frío cala más fuerte. Traigo entre las manos “Pantaleón y las visitadoras”. Llegó sobre el aplomo de sus pies, como siempre, tan seguro de sí mismo. Me llamó con ese diminutivo que detesto. Preguntó, ¿cómo estás?, ¿qué haces? Guardé silencio, no soy, en lo absoluto, un buen conversador. Y, él, comenzó a hablarme: que no siempre había tenido la fortuna que ahora tiene. Trabajé duro. Eso sí, siempre he sido muy vivo para los negocios, por eso ahora soy el empresario que ves. No gasté mi tiempo ni en libros, ni en la escuela. Sólo decidí salir de pobre, hacerme una buena vida. Hoy me doy el lujo de ser dueño de mi mismo, de viajar al extranjero. Se hace lo que digo o no se hace nada. Si quieres, puedo hacerte rico también. Es más fácil de lo que imaginas. Busqué en mis bolsas del pantalón los cigarros “Alas”, prendí uno y caminé aterido bajo la destellante noche.

Comentarios

Entradas populares