Paulo Freire: una alternativa a la opresión.


Cosecha de maíz, otros caminos para la liberación.

Fue Paulo Freire uno de los más destacados intelectuales que se opuso a la opresión e intento pasar de la teoría a la práctica⁠1, señalaré más tarde las vicisitudes de semejante tarea.  El tema central en Freire es la explotación. Por lo tanto, su obra es una constante denuncia de la deshumanización y, también, un anuncio de la posibilidad de la transformación. Sin embargo, el enfoque pedagógico a partir de la cuál Freire señala la posibilidad de la transformación presenta algunas limitaciones⁠2 que estriban en el distanciamiento del pensamiento de Marx. Empero, lo que interesa ahora son las virtudes, en cuanto pistas, del pensamiento freiriano para la refutación de la explotación e instauración del pensamiento crítico. 
Freire es un eslabón imprescindible para el conocimiento del contexto latinoamericano. Las principales características de la situación latinoamericana son: el autoritarismo, exclusión, explotación. De este modo señaló Freire:⁠4
En 1928 escuchaba a mi padre y a mi tío Monteiro hablando sobre autoritarismo, sobre la fuerza de poder de los poderosos, sobre el “¿sabe con quién está usted hablando?”, sobre el arbitrio, sobre los desmanes, sobre los fraudes, sobre la falta de respeto al pueblo, sobre su explotación, sobre el silencio que le era impuesto, sobre la impunidad de los gobernantes y sus secuaces, sobre la práctica según la cual: a los amigos, todo; a los enemigos, la ley. […] No sólo era necesario cambiar el estado de cosas sino que había que hacerlo con urgencia. El país estaba siendo destruido, despojado, humillado. Y entonces, la frase célebre: “Brasil está al borde del abismo”. (Freire, 1996c, p. 62). 
Son estos precedentes que influyeron a Freire para que investigara a partir de los 40’s al ser humano en su relación de explotación-opresión. Valga decir que su interés por los “desharrapados del mundo” jamás cambio, antes se reivindicó y actualizó conforme a las exigencias sociales hasta 1997, año de su muerte. 
En 1947 fue invitado a formar parte del SESI (Servicio Social de la Industria) en el departamento de educación y cultura, “cuyo campo de experiencia y práctica se constituye como un momento indispensable para la gestación de su pensamiento. Fue también, desde el SESI que tuvo su primer contacto con la educación para adultos en trabajos con obreros a través de los círculos de lectura. Comprendió que la libertad es una vocación ontológica, es decir, el ser humano en cuanto ser “inconcluso” se libera a través de la formación y desarrollo de las facultades y virtudes constitutivas por medio de su estancia consiente “en y con el mundo”. Porque si bien el ser humano nace condicionado pero no determinado.
No fue por el espíritu del SESI que, nuestro autor logro mirar y sentir la realidad del contexto brasileño, sino por su observación de las relaciones de explotación. Porque el Servicio Social de la Industria fue creado por la clase patronal,⁠5 era para que los obreros se sintieran reconocidos en los  cambios industriales que acaecían en el Brasil. Si bien la intensión del SESI era asistencialista, la preocupación del pensador brasileño se centraba en “una gestión abierta lo más posible a la injerencia de los obreros y a sus familias en diferentes niveles, con la que ellos fuesen aprendiendo la democracia a través de la práctica de la participación”. (Freire, 2005, p. 104).
A partir de estas circunstancias comenzó a fraguarse una solida concepción del ser humano. Puedo advertir que ésta idea tiene como punto de partida dos fuentes; la primera, la experiencia personal de Freire desde la que concibió al ser humano como siendo y no situado, esto es, como un ser dinámico que está en constante tensión entre la deshumanización y la humanización⁠6; La segunda, reafirma a la primera, proviene de la lectura crítica de autores “de las más avanzadas corrientes del pensamiento filosófico contemporáneo como el existencialismo, la fenomenología, la dialéctica hegeliana y el materialismo histórico”. (Torres en Gadotti, 2001, p. 98) y de autores isebianos⁠7, siendo el más influyente Álvaro Vieira Pinto. En suma, el concepto de ser humano se nutre de la relación concomitante entre teoría y praxis en el ejercicio de una educación coherente e incluyente. 
Freire a través del ISEB, encargado de la dimensión educativa y cultural, logra un mayor acercamiento a la realidad de los marginados y explotados, en Pedagogía de la esperanza, nos narra sucintamente como a partir de una conferencia dirigida a obreros reaprende el valor de la concepción del ser humano real y no del teórico [Después de está experiencia, nuestro autor reorienta su concepción del hombre y de la educación, ésta última es tomada como formadora de hombres históricos enclavados en una problemática espacio-temporal propia. La premisa fundamental, obvia pero no ingenua, es que el hombre nace inconcluso. Con una doble tendencia mencionada en el párrafo anterior, humanizante y deshumanizante]
Ya en 1956 era reconocido Freire como un notable educador, fue por eso llamado al consejo consultivo de Educación de Recife. Cargo que le permitió centrarse en uno de los ejes fundamentales de su trayectoria: el método de alfabetización de adultos propuesto en 1958, que sin embargo, comenzó a surgir a finales de los cuarenta. La primera vez que se ejecutó formalmente el método fue en la comunidad de Angicos, Río Grande del Norte, en 1963. 
La eficacia y la validez del “Método” consisten en partir de la realidad del alfabetizando, de lo que él ya conoce, del valor programático de las cosas y de los hechos de su vida cotidiana, de sus situaciones existenciales. Respetando el sentido común y partiendo de él, […]. (Araújo en Gadotti 2001, p. 23).
En definitiva el punto de partida es la posibilidad de nombrar el mundo para transformarlo. Por ello la obra de Freire no se reduce sólo al Método, sino que intenta pensar al ser humano en su totalidad.

Notas.
1 Es impresindible señalar la correlación con la Tesis IX de Marx sobre Feuerbach: Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.
2 Véase: Lora. Guillermo. Freire se aparta de la política revolucionaria.
3 “a los once años yo tenía conciencia de las precarias condiciones financieras de mi familia [...]. (Freire, 2005 p. 37)
4 Aunque en 1928 Paulo Freire no era aún plenamente consciente de la situación sociocultural por la que a travesaba no sólo el Brasil sino toda Latinoamérica. Él era ya parte de un contexto que le ayudaría posteriormente a situarse frente a la problemática propia.
5 Respecto a la creación de dicha institución Freire afirmó en Cartas a Cristina: “Desde el punto de vista de los intereses de la clase dominante que en un momento inteligente de sus cópulas tuvo la idea de crear al SESI como institución patronal [...]”. (2005, p. 98).
6 Me ocuparé de estos conceptos en lo sucesivo. Por el momento me limitaré a la concepción de Freire: ... son posibilidades de los hombres como seres inconclusos y consientes de su inconclusión. Sin embargo, nos parece que sólo la primera responde a lo que denominamos “vocación de los hombres”.
7 El ISEB, Instituto Superior de Estudios Brasileños, fue creado por Juscelino Kubitschek en julio de 1955, y se cerró en abril de 1965 por el golpe militar. Estaba constituido por intelectuales que buscaban difundir las ciencias sociales como instrumento de análisis y de compresión crítica de la realidad brasileña: Álvaro Vieira Pinto, Hélio Jaguaribe, Nélson Werneck Sodré y Roland Corbisier entre otros. El “isebianismo” se caracterizó por valorar el papel de la conciencia y de la ideología en el desarrollo brasileño. Buscaba construir un pensamiento brasileño autónomo y no enajenado. Los críticos del “isebeanismo” intentaban mostrar sus presupuestos “liberales”, es decir, la “alianza de clases” en la concreción del desarrollo nacional. (Gadotti, 2001. p. 730)

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