Luis Villoro, Hacía un Estado Plural (I)


Día de Muertos.


Luis Villoro, Hacía un Estado Plural (II)

Luís Villoro es uno de los filósofos mexicanos más destacados. Su obra se divide en tres etapas, según Mario Teodoro Ramírez[1]; la primera, es una dimensión filosófica-histórica; la segunda, es una reflexión acerca de la mediación universalista que permite pensar lo particular bajo una pregunta clave: ¿cómo mantener la autenticidad en una relación cultural de dominio y explotación de clases en un ámbito globalizador y globalizante? Y por último la tercera etapa, fundamentada en la anterior, sobre la problemática mexicana, aunque con alcances universales, hacia una filosofía mexicana.

Villoro en sus obras refleja el fin de una época. Las perspectivas de reflexión que se han venido haciendo en occidente reclaman el desarrollo de una sola cultura: la europea; de tal manera que es imprescindible filosofar desde una postura no europea que permita un análisis diferente de lo real, que deje desvelar valores diferentes a los establecidos por el pensamiento eurocéntrico. Dado que ésta ha trazado una problemática que reclama necesariamente la elección de una postura y la exclusión de otra. El dilema de estar o entre lo universal o lo particular. La tensión entre ambos polos implica a la dominación como factor determinante. Factor que limita las condiciones de posibilidad de autodeterminación cultural, porque los principios constitutivos de cada comunidad cultural se ven afectados en la lucha, así las pretensiones universalistas olvidan sus valores y raíces constitutivas por un bienestar fundado en valores económicos que permiten, solamente, el desarrollo de la cultura propia y, a la vez, someten a las culturas particulares, por medio de mecanismos económicos, al sistema universalista.

A través del análisis realizado por Villoro, desde la otra cara de la modernidad, nos dice que no se trata de elegir entre lo universal y lo particular, sino de armonizar desde una postura que permita asumir lo real críticamente. De tal manera que las pretensiones de ambas posturas se reconcilien en una cultura auténtica, porque las dos persiguen valores semejantes por vías distintas: el desarrollo y la preservación de sus razones, motivos, creencias y valores culturales constitutivos que se reflejan en la identidad, libertad y comunidad.



[1] RAMIREZ COBIAN, Mario Teodoro., Luís Villoro y la filosofía mexicana en Filos (UMSNH, N. 12, 1999) P. 4.

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