La locura está aquí.

Guanajuato


Esto es muy parecido a una cárcel.
Cada uno es carcelero de sí mismo.
La silla, el escritorio, la computadora son las cadenas.
Yo soy mi verdugo.
De cada tanto en tanto,
desde la oscura profundidad de su ser,
emerge un suspiro.
Se oyen tronar los dedos frenéticamente.
Otro suspiro y, luego, como uña sobre el cristal,
ese sonido inconfundible de los dedos sobre el teclado.
Es cierto, esto no es una cárcel, ni un manicomio.
¿Entonces qué es?
Acaso una colonia de esclavos, mendigos del mundo.
Cuánta tristeza se reúne en un espacio tan estrecho;
aquí cabe el odio, la envidia, la muerte.
Esto es muy cercano a los hoyos negros. 

Comentarios

Entradas populares