I Fragmentos sobre la incomprensibilidad, Schlegel. (102)
(102)
Pretender juzgarlo todo constituye un gran desliz o un pequeño pecado.
Fragmentos sobre la incomprensibilidad, Schlegel.
Biblioteca Casa de Ondas, Ciudad de México |
[Comentario]
El arte es tan caprichoso, difícil es
encontrar el punto idóneo, más de las veces se apunta al centro del corazón y
se cae al vacío. Y aún así, los críticos se levantan de entre su sabiduría para
predicar su verdad como absoluta e incuestionable: ¿no es esto a lo que llaman
dogma? Juzgarlo todo no es el problema, el problema estriba en pretenderlo. Hay
quién mejor debería ahorrarse las palabras.
No cabe duda que el acto de juzgar se
encuentra a veces sostenido por intereses que van más allá del arte y de la
razón. Cuando no se reconoce al arte por
sí mismo, la idea de arte queda marginada. Es decir, la tarea del
crítico debe asumirse con toda cabalidad y lo más propicio es circunscribirse
al campo de conocimiento en cuestión.
Paradójicamente la crítica que cae en ese
pequeño pecado constituye el principio creador a partir del cual el arte sigue
creciendo, porque la crítica benevolente demerita al arte. Habrá que preferir esa
crítica que peca por encima de esa que acaricia.
Libro disponible en Google books: Fragmentos sobre la incomprensibilidad, Schlegel.
Colorario
Juzgar. Afirmar, previa la comparación de dos o más ideas, las relaciones que existen entre ellas (RAE).
Durante las últimas semanas -años, décadas- la incertidumbre se ha posicionado sobre nuestro territorio. Tenemos la vida, y la muerte en la calle parece garantizada. De lo cual se sigue que el miedo por la denuncia crezca despavoridamente. En un artículo se afirma "México no es Siria, pero tampoco es Suiza. (...). En 2017 unas treinta mil personas fueron asesinadas, el doble que en Estados Unidos; nuestra tasa de homicidios es diez veces superior a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y en México hay más asesinatos en una semana de los que hay en España en un año. No hay manera, pues, de ocultarlo: nuestro presente es terrible. (Alejandro Hope, Letras Libres).
Bajo nuestro contexto juzgar es una tarea a la que no se debe renunciar y el arte una alternativa a la zozobra.
¿Qué alternativas tenemos?
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